A priori, beber agua no conlleva ningún inconveniente. Es más, el agua es una fuente de salud. Sin embargo, dependiendo de nuestras necesidades o los objetivos que persigamos, ingerir agua es más o menos aconsejable para ciertos momentos del día. Es decir, la acción de beber agua nunca no es perjudicial por sí misma. Uno de los momentos que más se cuestionan es beber agua durante la comida y antes de la misma.
Se habla por lo general que el beber agua facilita la pérdida de peso. Pero lo cierto es que el agua, por sí misma, no dispone de ninguna propiedad que ayude a este fin. De hecho, el agua no tiene calorías ni aumenta el valor calórico de ningún alimento. Sin embargo, ingerir agua antes de cada comida (además de proteger las paredes del estómago) puede crearnos una falsa sensación de saciedad y por tanto, falta de apetito. No es más que eso, una sensación, un autoengaño para sobrellevar el hambre que pudiera aparecer y, con eso, ayudarnos a comer menos.
Pero, ¿es bueno beber agua durante la comida?
Lo cierto es que bebe agua durante la comida puede ralentizar la digestión. Esto es debido a que el agua interfiere en el proceso digestivo. Por contra, ante la creencia generalizada de que el agua nos provoca retención de líquido, los expertos aseguran que beber agua estimula el funcionamiento renal y nos ayuda a equilibrar los niveles hídricos del cuerpo.
¿Qué pasa si bebo agua fría?
No obstante, beber agua fría hace que los ácidos que ayudan a la digestión en el estómago no actúen al 100% y tarden más tiempo en descomponer la comida. Aunque todo esto va a depender también del sistema digestivo de cada persona.
Lo importante es saber evaluar y medir cómo actúa nuestro cuerpo. Así, si notamos una sensación de pesadez al ingerir agua durante las comidas, podemos cambiar los hábitos y encontrar la mejor fórmula para sentirnos mejor.
En Aguafría ponemos a tu disposición los mejores equipos de agua para acompañarte antes, durante y después de las comidas.