Como sabemos, existen varios tipos de agua potable según sus propiedades. Hace unas semanas, hablábamos en Aguafría del agua alcalina o agua ionizada, y explicábamos sus beneficios. Hoy nos fijamos en la etiqueta de los envases para cada tipo de agua y en las bebidas refrescantes y la diferencia entre estos dos términos.
Los tipos de agua potable que encontramos normalmente en el mercado están clasificados en las siguientes categorías:
- Aguas de bebidas envasadas
- Aguas de mesa o minerales naturales: deben ser, según la Organización Mundial de la Salud, aguas no contaminadas por sustancias tóxicas que procede de una fuente subterránea y que está mineralizada desde el origen por los materiales que encuentra a su paso. Pueden estar sometidas a tratamientos físicos para separar elementos naturales indeseables.
- Aguas de manantial: suelen ser aguas potables procedentes de una fuente de origen subterráneo que han sido sometidas a un proceso de potabilización y filtrado especial para hacerlas aptas para el consumo humano. Asimismo, se le proporciona mejor sabor y se eliminan posibles olores. En ocasiones, se le añade anhídrido carbónico.
- Agua potable preparada: debe estar libre de contaminación microbiológica y parasitológica. Se trata de una captación de las aguas superficiales o subterráneas, almacenada en embalses y tratada posteriormente con productos químicos para, por ejemplo, ajustar el pH.
- Agua minero-medicinal: son aquellas aguas que, por su composición química, física y físico-química, y por su alta mineralización tienen propiedades terapéuticas. Provienen de manantiales naturales y no necesitan tratamiento. Se envasan directamente en su lugar de origen
¿Qué es una bebida refrescante?
Una bebida refrescante, según la ley, ha de estar elaborada con agua potable y uno o más componentes como anhídrido carbónico, azúcares, zumos, disgregados de frutas o verduras, jarabes, etc. Hay, por lo tanto, diferentes tipos de aguas que pueden encasillarse dentro de bebidas refrescantes o tipos de aguas:
- Agua de selz: también conocida como sifón, el agua de selz proviene de una desviación de un manantial existente en el área de Selters, en la localidad alemana de Hesse. Sale de la tierra ya carbonatada, con un alto contenido en dióxido de carbono, lo que produce las conocidas burbujas.
- Agua de soda: también es agua carbonatada, pero contiene bicarbonato de sodio, por lo que tiene un sabor diferente al agua de selz.
- Gaseosa: la gaseosa lleva, además del agua, anhídrido carbónico, aromas, azúcares y edulcorantes y otros aditivos.
- Otras bebidas refrescantes: pueden ser zumos de frutas, de extractos (como la tónica), las bebidas mixtas y otras mezclas.
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