La naturaleza ha puesto a nuestra disposición un recurso doble: las cascadas de agua. Doble porque, por un lado, nos embellece el paisaje y nos fascina y, por otro, ha servido desde tiempos inmemoriales como fuente de agua, muy útil y necesaria para el ser humano. Pero la verdadera responsable es la silenciosa gravedad.
Esta fuerza de la naturaleza ha sido durante miles de años la responsable de que el agua circulara hasta las ciudades a través de los acueductos, de que desde las cascadas de deslizara para satisfacer nuestras necesidades.
En un intento por mejorar el aprovechamiento de los recursos, las bombas de agua luchan contra la naturaleza para suministrar agua de manera más eficiente. Así funcionan las fuentes de agua actuales.
fuente de agua ardila
Y es esta la función de nuestras fuentes de agua: nada menos que acercar un poco de esta magia natural hasta vuestro lugar de trabajo. Proveer en el día a día del trabajo no solo de agua, sino de la necesidad de acercarnos hasta la naturaleza, de sentir un poco más cerca de la libertad de disponer agua cuando la necesitemos. Y, además, de elegir cómo queremos que nos llegue.