La hidratación en el ejercicio físico es un tema que ya hemos tratado en nuestro blog. Sin embargo, hoy nos vamos a centrar en cómo beber agua mientras corremos, cuáles son las formas adecuadas y en qué momento hacerlo.
Ya sabemos que la hidratación comienza antes del ejercicio físico, y se sigue realizando durante y después del mismo. Quizás la fase más compleja se produce mientras estamos realizándolo, ya que nuestra respiración está alterada, nuestro físico mantiene un ritmo y el movimiento del cuerpo no nos lo pone nada fácil.
Lo más recomendable es beber solo agua si hemos tenido una dieta equilibrada. Por ejemplo, en sesiones suaves o de corta duración (de unos 60 minutos), con 600 ml de agua es suficiente. Si el esfuerzo es mayor, podemos añadir algún snack salado que nos ayude a retener líquidos. Si el calor aprieta especialmente, podremos incluso duplicar esa cantidad de agua. En sesiones que dispongan de descansos podemos añadir bebidas isotónicas con carbohidratos, ya que nos ayudarán a reponer el glucóceno muscular. Estas bebidas deportivas son más atractivas para fomentar el consumo de líquidos para aquellos a los que les cueste más trabajo.
Recordamos que la sed no es un estímulo suficiente para indicarnos cuándo debemos beber y nuestras sensaciones pueden no corresponderse realmente con las necesidades de nuestro cuerpo. Es mejor siempre estar bien hidratados como precaución y comenzar a beber antes de tener sed.
Debemos prestar especial atención a la cantidad de líquido que tenemos en el estómago: paradójicamente, a mayor cantidad de agua, más rápida es su pérdida. Debemos aumentar progresivamente la cantidad de líquido ingerido en el ejercicio físico.
Tips para beber agua en carrera
- Tomar sorbos pequeños de forma frecuente.
- Tomar agua cada 15 minutos aproximadamente.
- Si es necesario, disminuir la velocidad para beber aguar, así evitaremos ahogarnos.
- Practica en los entrenamientos, en la cinta del gimnasio o en un ensayo.
- En las carreras, no precipitarse en las primeras mesas donde encontramos agua, ya que estas están más concurridas y se formarán atascos.
- Intentar no pegar la boca a la botella, ya que el movimiento puede provocar golpes. No obstante, la práctica nos dirá cuál es la mejor forma para nosotros.
- Existen cinturones especiales para transportar el agua en pequeños bidones.
- Para llevar un buen control del agua que perdemos, podemos pesarnos antes y después del ejercicio.
El error de no beber agua mientras corremos
Como bien sabemos, al hacer ejercicio nuestro cuerpo aumenta considerablemente su temperatura, y el agua cumple una función muy importante a la hora de regularla mediante la sudoración y mantenerla en los valores correctos. Como al sudar estamos perdiendo minerales esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo, nos vemos obligados a seguir ingiriendo líquido. Una persona que sufre una deshidratación del 2% de su peso corporal ve afectado seriamente su rendimiento y aumenta el riesgo de lesión.
En ocasiones podemos llegar a creer que el gesto de beber agua en una carrera puede distraernos de nuestros objetivos. Nada más lejos de la realidad, ya que nos ayudará a mantener los electrolitos en los niveles adecuados y a que, por lo tanto, nuestro organismo no sufra ninguna descompensación durante el ejercicio.
Existen multitud de posibilidades, botellas especializadas y avituallamientos para que este gesto no suponga una distracción. Lo que está claro es que un deportista compite deshidratado está en desventaja respecto a otros rivales porque rinde menos.
Fotografía: Maarten van den Heuvel
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