AGUA. Durante los días de intenso calor, el cuerpo humano pierde una gran cantidad de líquido a través de la sudoración, lo que hace que transpiremos más y se provoque un cambio térmico.
Al expulsar más líquido necesitemos ingerir más cantidad de agua para saciar nuestra sed, lo que hace que nos apetezca tomar agua fría, creyendo que nos va a refrescar.
¿Dónde está el problema?
Pues que el hecho de beber agua fría provoca que el cuerpo la absorba en poco tiempo impidiendo que pueda llegar a la superficie de la piel y así refrescarnos. Por lo que el agua fría nos da la sensación de seguir teniendo aún más sed.
¿Cuál es la solución? Ir intercambiado la ingesta de agua fría con la de agua a temperatura ambiente para que pueda ser absorbida mucho mejor y quitarnos esa incómoda sensación de sed.
¿Por qué tomar refresco no quita la sed?
Cuando llega el calor creemos que si bebemos un refresco nos quitará la sed pero, ¿estamos seguro de ello?
El agua es una bebida que no tiene sabor y que además no contiene ningún tipo de sustancia química. Sin embargo, el refresco está elaborado con azúcares, conservantes y un sin fín de productos químicos que no realizan la función de saciar nuestra sed, sino al contrario, nos la aumentan aún más.
El agua es el nutriente más importante para la vida y el único necesario. 🙂
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