Hablamos siempre de la búsqueda de equilibrio en nuestro organismo, a través del consumo de agua diario y de su correcto uso. Sin embargo, hoy os contamos un proceso que también habla de equilibrio, pero entre fluidos que están en contacto.

Presión osmótica y ósmosis inversa

Los líquidos, separados por una membrana permeable, cuentan con distinta concentración de sólidos disueltos, por lo que el fluido que se moverá será el de menor concentración. Al cabo de un tiempo, el contenido de agua será mayor en uno de los lados de la membrana. La diferencia de altura entre ambos fluidos se conoce como presión osmótica.

¿Por qué os contamos todo esto? Porque la técnica contraria, la ósmosis inversa, se utiliza en el ámbito industrial para mejorar la calidad del agua, eliminando gran parte de las impurezas.

¿Y cómo funciona la ósmosis inversa? Se produce cuando se utiliza una presión superior a la presión osmótica: la fluidos se presionan a través de la membrana y los sólidos disueltos queda atrás.

Para purificar el agua forzamos el paso del agua que se encuentra en la corriente de salmuera a la corriente de agua con baja concentración de sal. El agua fluye de la zona con un alto contenido en sólidos disueltos a la zona con bajo contenido en sólidos disueltos.

En Aguafría usamos esta técnica de filtración del agua para eliminar la salinidad y las impurezas de agua y mejorar la calidad que ofrecemos a nuestros clientes, innovando y comprometiéndonos con todas las fases del proceso.